Articulo publicado en la revista Speciali di Motociclismo en 2008.
“La máquina parecía tener vida propia, tener un aire y la efigie de un cuerpo animado.
La madera expuesta durante años y años al sol, a la lluvia, a las rachas, mostró sus fibras .....
se desprendió, se consumió, se volvió blanco como un brillo o brillante como la plata o grisáceo como el pedernal, adquirió una impronta distintiva como la de una persona en la que la vejez y el sufrimiento habían hecho su cruel trabajo ... "
Gabriele D'Annunzio, "El triunfo de la muerte"
Los trabocchi se encuentran dispersos a lo largo de la costa de Abruzzo, similares a las concreciones de madera, guardianes de la integridad de la costa y la seguridad de la pesca.
Las crónicas religiosas de la década de 1400 las remontan a las primeras décadas del siglo XIII, otros estudiosos prefieren ubicarlas en tiempos más recientes. Cualquiera que sea el período histórico al que se remonta su nacimiento y difusión, estas antiguas herramientas de pesca continúan provocando un gran encanto y caracterizando la porción de costa reservada para ellos de la mano de pescadores de otras épocas con una figura estética inconfundible. Su aparente fragilidad no debe engañarse: ni el mar embravecido ni el viento de tormenta afectarán su estabilidad, resultado de un hábil diseño arquitectónico. Hasta tal punto que en los últimos tiempos esta "concreción" ha orientado el destino hacia un uso turístico-gastronómico: algunos de ellos se han transformado de hecho en originales y sugerentes restaurantes. ¡Las especialidades de pescado y las vistas al mar están garantizadas!