Giovanni está lleno de talentos. Lo conozco desde hace más de 10 años, pero nunca deja de sorprenderme. Sabe andar en moto con seguridad, interpreta mapas de carreteras sobre la marcha y todavía me pregunto cómo puede leer las carreteras que resultan ser paisajes impresionantes.
Por no hablar de las trattorias. Sus viajes son más experiencias culinarias que viajes.
Y luego, es un gran fotógrafo también en este campo ve paisajes, pasajes en movimiento, colores, luces de antemano. Los que están "demasiado rápidos" detrás de él los obligan a pasar doble y, a veces, triple y nunca se sabe dónde se esconde para filmar. En este punto es un dictador, un Fellini, un visionario que te hace repetir hasta que sale lo que ya tiene en mente. Somos cabrones que le pagan por todos estos talentos concentrados en una sola persona. Broma, han sido años de viajes increíbles presenciados por video, acompañadas de fotografías que transmiten plenamente todas las emociones sentidas. Con Giovanni, si tienes cuidado, aprendes a viajar y te preguntas: pero cómo hacía antes. Lástima que no tengamos tiempo para disfrutarlo en sus grandes viajes desde Sudamérica hasta Asia.